Sangre Fluyente
La incertidumbre es hiriente, como si fuera un alfiler que de
manera negligente se adentra en la yema
de los dedos, pero esto es constante, no se detiene.
Si fuera mío el don de desglosar mentes enmarañadas, al
romper la coraza invisible las cosas se facilitarían, y así sabría qué hay tras
esa mirada anunciante de lágrimas, pero a la vez pregonera de alegría.
Es confuso, de eso no hay duda. Cada minuto que transcurre
la ignorancia se planta como un símbolo de carnaval, ya no se puede observar mi
rostro…. Ni siquiera en el reflejo.
Somos dos criaturas atadas a un grillete de condiciones,
sufrimos cuando callamos y siempre estamos en silencio. Magnetismo hay en
nuestro palpitar, pero ¿están dispuestas las caras adecuadamente o en polos
iguales?
Hay una expectativa andando alrededor de nuestros cuerpos
sedientos, la posibilidad de continuar derramando tinta en el papel de nuestras
vidas, se desvanece cuan niebla de verano.
Un final se divisa en medio de ráfagas cortantes, no más
ataduras de cautiverio, y tampoco más continuidad en uniones platónicas.
Luiggy Guillén
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